Evaluación de proyectos
En el Aprendizaje Basado en Proyectos, así como en otras metodologías activas de enseñanza y aprendizaje, la evaluación se basa en el principio de que los estudiantes y profesores puedan evaluar no solo el producto en sí (ya sea una encuesta o un prototipo), sino el proceso. La idea es identificar tanto los aprendizajes de los contenidos escolares tradicionales como las habilidades, competencias y actitudes que desarrollaron.
En su ruta de proyecto, Samsung Solve for Tomorrow presenta la evaluación como el paso final del proceso, entendiendo, sin embargo, que es importante aplicarla también a lo largo de la iniciativa, ya que es una herramienta importante para lograr los objetivos propuestos en el proyecto y no sólo el desarrollo de la clase como un todo.
En general, el profesor puede y debe utilizar diferentes estrategias de evaluación, dependiendo del contexto del proyecto y del grupo de estudiantes. Sin embargo, en el Enfoque Basado en Proyectos, se indica que se dé, aunque de manera informal, en las siguientes dimensiones: uno mismo (autoevaluación), pares o grupo, profesor y comunidad/audiencia/público receptor del proyecto, incluso incentivando que los estudiantes y profesores ejercen la crítica constructiva y desarrollen sus propias rúbricas de qué observar y medir en el proceso.
Algunas formas de evaluación sistemática en el trabajo escolar
Autoevaluación: para el profesor Michael Hernández, quien estudia e investiga el papel de los educadores en las transformaciones sociales, la autoevaluación es una parte importante de la evaluación sumativa, ya que moviliza el pensamiento crítico y la conciencia de los estudiantes sobre el material, el proceso y el producto final desarrollado. Les hace pensar en logros y aciertos, errores y metas para nuevas situaciones de aprendizaje. Las autoevaluaciones orales o escritas pueden incluir las expectativas del profesor o rúbricas construidas colectivamente.
Evaluación entre pares: es una herramienta importante para fomentar el diálogo y la colaboración entre los estudiantes. En este tipo de evaluación, que puede ser escrita u oral, los estudiantes comparten sus puntos de vista sobre el trabajo del grupo. Comúnmente mediada por los profesores, la evaluación por pares es una estrategia interesante para que el grupo aprenda a desarrollar la crítica constructiva y establezca una cultura de corresponsabilidad en el proceso.
Evaluación participativa o negociada: concepto cercano a la idea de evaluación dialógica, basado en los conceptos del educador brasileño Paulo Freire, la evaluación participativa/negociada se construye y realiza en el encuentro entre educador y alumno, y puede involucrar a toda la escuela comunidad. La idea es construir y establecer metas, indicadores u objetivos comunes, y que los estudiantes puedan autoevaluarse, recibir evaluaciones de sus pares y educadores , en diálogo con los profesores, consensuar las múltiples perspectivas. La idea es entender la evaluación como una construcción que no es estanca, y que involucra la relación del otro consigo mismo, con los otros y con el espacio. Asimismo, la evaluación participativa puede establecerse como una herramienta para que jóvenes, profesores y otras personas involucradas en el proyecto, en conjunto, puedan evaluar los resultados alcanzados, identificando qué funcionó, qué se pudo haber hecho diferente, puntos a seguir, desafíos superados, etc.