El lenguaje de señas puede ser una poderosa herramienta para personas con discapacidad auditiva. Sin embargo, aún hay barreras entre este idioma y los hablados. Con el objetivo de facilitar esta interacción, adolescentes de Bolivia desarrollaron un programa computacional que traduce en tiempo real las palabras en español y en señas. La creación fue ganadora de Solve for Tomorrow, en su primera edición en el país (2023).
Los jóvenes tenían entre 16 y 17 años y estaban en el último año de la educación secundaria y obligatoria. En Bolivia, esta etapa de enseñanza tiene enfoque humanístico y técnico. Al final, los estudiantes obtienen el título de bachilleres. “Por la mañana se toman las asignaturas básicas como matemáticas y ciencias sociales. En la tarde se toman las áreas de especialidades. Estos alumnos del proyecto son de Sistemas Informáticos”, dice el profesor mediador del proyecto, Alfredo Huanca.
Cuando Solve for Tomorrow hizo la llamada para inscripciones, varios grupos de la Unidad Educativa empezaron a formar ideas, como fue el caso de “Visionarios”, el equipo del programa de detección de lenguaje de señas en tiempo real. Para ellos, la idea empezó en una clase del maestro Huanca sobre visión artificial, es decir, la tecnología que utiliza inteligencia de la computadora combinada con información obtenida de imágenes. En otras palabras, a partir de lo que la máquina ve, puede generar acciones o tomar decisiones.
Así es que los jóvenes pensaron que podrían ser capaces de convertir las señas en palabras. “Vinieron con ideas, ya habían tenido dificultades en la comunicación con personas con discapacidad auditiva y querían ayudar con sus conocimientos técnicos”, destaca el educador.
Primeramente, pensaron en crear un prototipo físico, con pantalla, sensores y micrófono. Pero luego percibieron que se podía hacer todo desde la computadora, con micrófono y cámara internos. “Utilizamos un modelo de visión artificial que ya tiene un banco de datos. Así que cuando mueves la mano para hacer una señal que está en el sistema, ya se puede interpretar lo que eso representa en palabras o números”, explica.
Pero la inteligencia artificial necesita ser “enseñada” para lograr su trabajo. Entonces, el equipo tuvo que registrar en video las palabras que les gustaría que el sistema tradujera en esa etapa. La coordinadora del Bachillerato Técnico Humanístico de la Unidad Educativa fue una importante aliada, porque ya conocía con profundidad el lenguaje de señas y sugirió el vocabulario que sería fundamental incluir. “También nos enseñó sobre la precisión de los movimientos, señalando que a veces las personas no muestran bien las manos, por lo que necesitábamos grabar los movimientos más despacio para mejorar la capacidad del sistema para detectarlos”, detalló el profesor.
Otro apoyo fue del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto, que tiene una Unidad de Atención a Personas con Discapacidad. “Con el coordinador de mi área decidimos visitar la Unidad y nos recibieron con los brazos abiertos. Nos han dicho que esta tecnología es lo que necesitaban y nos ayudaron a hacer la elección de palabras y las pruebas”, dice el profesor Alfredo Huanca. Los propios especialistas de la Unidad fueron los destinatarios de las pruebas y dieron su opinión. Al tratarse de un prototipo, decidieron conjuntamente centrarse sólo en palabras y expresiones básicas, que los alumnos aprendieron y reprodujeron en el software, como “Hola” y “¿Qué hora es?”.
Él afirma que las mentorías de Solve for Tomorrow fueron muy importantes para implementar de hecho la metodología STEM y entender cómo los proyectos de clase pueden contribuir para los objetivos de desarrollo sostenible. “Los coordinadores del programa siempre estuvieron junto conmigo y como profesor aprendí bastante”, evalúa.
Aprendemos que en programación tenemos que no solo tener paciencia y mucha atención sino que siempre intentar ver las cosas con otra perspectiva para encontrar una solución, enseña el profesor.
Ahora, el software está listo para ser implementado en cualquier computadora con sistema operativo actualizado, y puede ser útil para instituciones educativas, hospitalares, gestión pública, bancos, entre otros. En 2024, incluso, el educador tiene la intención de crear un sitio web para descargar gratuitamente el sistema, quizás involucrando a otros alumnos, convirtiéndose en un proyecto de toda la escuela. Además, ya recibieron invitación para hacer alianza con una universidad privada local, después que salió el resultado de Solve for Tomorrow. El objetivo es aún testear el programa con el público final: las personas con discapacidad auditiva.
“El impacto ha sido bastante grande no solo en el grupo, sino también en la Unidad Educativa. Los estudiantes de los cursos inferiores tienen ahora esta visión de que es posible realizar tal logro y los maestros de diferentes áreas evaluaron el proyecto positivamente y dijeron que tenemos que continuar haciendo este tipo de trabajo”, refuerza el maestro.
Ahora, los jóvenes de “Visionarios” están en la universidad y uno de ellos, José Pablo, está estudiando en la Universidad la carrera de Ingeniería de Sistemas. “Ya ha visto que con la tecnología se puede hacer mucho y quiere seguir más adelante”, cree Huanca.