Colaboración
Aunque colaboración es traducida por muchos diccionarios como sinónimo de cooperación, ayuda, auxilio, sinergia, coparticipación, los especialistas en educación afirman que el acto de colaborar es más complejo que los demás: las personas cooperan, sí; pero para lograr un fin común compartida por otros, de creencias o deseos comunes. En una situación colaborativa, los participantes son y se perciben a sí mismos como interdependientes y juntos, cada uno con su conjunto de habilidades y conocimientos puede construir algo nuevo.
Según el profesor John Spencer, investigador y autor de libros sobre metodologías activas, especialmente sobre Aprendizaje Basado en Proyectos y aprendizaje basado en problemas y sobre estrategias y prácticas de mediación del profesor, la colaboración es un paso más allá de la cooperación y cooperar sin colaborar tiende a resultados no planificados; comúnmente la desunión del grupo.
Cooperar proviene de la idea de operar algo con alguien, mientras que colaborar es trabajar (laborar) algo con alguien. Es decir, en un trabajo colectivo, es necesario operar un conjunto de acciones y actividades, pero no sólo eso. El trabajo, según Spencer, requiere confianza, tiempo para desarrollarse y, a menudo, la creación de nuevas ideas. Y, principalmente, las actividades colaborativas se benefician de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) que favorecen la horizontalidad, el hacer sincrónico aún en las distancias geográficas y la memoria del hacer y el aprender de los involucrados.
En educación, ambas forman parte de la lista de habilidades blandas y son vistas como fundamentales para enfrentar los desafíos del presente y del futuro, en el proceso de construcción de soluciones innovadoras a los desafíos locales.
Colaboración: elemento clave para la resolución de problemas complejos
En Samsung Solve for Tomorrow, la Colaboración surge dentro de lo referente a las habilidades blandas y los 4Cs (acrónimo en inglés de Creatividad, Pensamiento Crítico, Comunicación y Colaboración), competencias para el siglo XXI necesarias para que los estudiantes contemporáneos realicen sus caminos individuales de aprendizaje, y fundamental para la resolución de problemas sociales complejos. En el camino, estudiantes y profesores son invitados a colaborar entre ellos y con múltiples actores involucrados en el proyecto, desde la construcción integral del planeamiento, definiendo y consensuando responsabilidades, hasta la ejecución de las diferentes etapas de la ruta de proyectos. Con el supuesto de ser una construcción colectiva, el proyecto dinamiza las relaciones del grupo, invitando a los jóvenes a aprender a respetarse, escucharse y confiarse unos a otros.