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Cómo los proyectos STEM apoyan el desarrollo de competencias

Por su enfoque creativo y significativo, los proyectos STEM se convierten en una herramienta disruptiva en el aprendizaje de habilidades blandas y pedagógicas en el aula.

Dentro del campo de la educación, las competencias se definen como la movilización de conocimientos, habilidades, actitudes y valores que ayudan a los jóvenes a resolver problemas de la vida cotidiana, del ejercicio de la ciudadanía y del mundo laboral. El desarrollo de algunas de ellas como el pensamiento crítico, la educación digital y proyecto de vida han orientado la construcción de directrices curriculares en Brasil, Chile y Perú. 

Tanto en la Secundaria como en el Técnico – cuya nomenclatura y temporalidad varían según el país – estas competencias están directamente relacionadas no solo con la jornada de aprendizaje de diferentes disciplinas, como idiomas y matemáticas, sino también con la de habilidades blandas, tales como la empatía y la comunicación.

Aunque las directrices curriculares son guías importantes, no siempre es fácil aplicar el aprendizaje de estas competencias en el territorio escolar. Además de los desafíos particulares de cada entorno educativo, algunos contenidos son difíciles de aprehender. Las matemáticas, por ejemplo, son un desafío común para los países latinoamericanos. En Brasil, según el informe del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes 2022 (PISA), 7 de cada 10 jóvenes no pueden resolver problemas de matemáticas simples. Otros países de América Latina tampoco se destacan en el ranking.

Los Proyectos STEM (acrónimo en inglés para Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) tienen en su concepción la preocupación de hacer el aprendizaje científico menos abstracto y más significativo para los estudiantes. Al apostar por metodologías creativas provenientes de problemas reales, que impactan directamente o que causan empatía en los estudiantes, se produce un desplazamiento entre la teoría y la práctica, con el desarrollo de un prototipo, ya sea físico o representacional. Si una fórmula química ayuda, por ejemplo, a crear un biofertilizante para una comunidad, que sufre con el uso de agrotóxicos, su aprendizaje es más simple. 

Las habilidades blandas también son esenciales para que los proyectos STEM sucedan. La empatía es el punto inicial del desarrollo de cualquiera de ellos: para resolver un problema, hay que tener escucha activa y una mirada amorosa para entender quiénes son los más afectados y cómo es posible pensar en soluciones conjuntas. El trabajo en equipo, la comunicación y la capacidad de pensamiento crítico también componen la jornada de los proyectos STEM. 

Separamos cinco prácticas destacadas en el programa Solve for Tomorrow en América Latina que muestran cómo los proyectos STEM desarrollan de manera creativa las competencias esenciales del currículo.

Fogão Híbrido (Cocina Híbrida) – finalista de Solve for Tomorrow 2024 en Brasil: Aunque el proyecto nació de un equipo que ya tenía habilidades con la robótica, la construcción de una cocina que reduce el consumo de gas desafió a los estudiantes en sus conocimientos químicos, haciendo que activaran el laboratorio de la escuela, usándolo varias veces para hacer experimentos, como probar cuánto tiempo dura una llama, la trayectoria del oxígeno en el fuego, entre otros. La conexión con estos conocimientos fue tan grande que los estudiantes están cursando carreras relacionadas con las ciencias en la universidad.

Biocombustible Juntero – finalista de Solve for Tomorrow 2024 en Colombia: Empatía, creatividad y aprendizaje en química se entrelazaron en este proyecto innovador donde los estudiantes crearon un combustible natural a partir de un cactus, considerado una plaga en la región donde viven. Además de un enfoque empático para entender cómo el proyecto podría impactar positivamente a la comunidad local, los estudiantes también crearon una pequeña refinería móvil, logrando acercar la producción del combustible a las personas que serían impactadas por él, además de mostrar el proceso de aprendizaje para toda la comunidad escolar. 

Seekers of Silence (Buscadores del Silencio) – ganador del Solve for Tomorrow 2023 en Chile: La comunicación es una de las habilidades blandas esenciales para todo el camino de aprendizaje: ejercer una escucha atenta y una capacidad de diálogo a pesar de las diferencias es parte de esta competencia, que fue central en este proyecto de disminución de la contaminación acústica para las personas dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Además de mejorar sus habilidades comunicativas en las etapas de presentación del prototipo, los estudiantes también pasaron a entender mejor cómo la gente ve el mundo de formas diferentes.

Fake Out (Engaño) – ganador de Solve for Tomorrow 2024 en Chile: Fue una decisión inteligente del profesor mediador invitar a estudiantes introvertidos para componer un proyecto sobre comunicación. Durante la elaboración de la aplicación VeriVerify, que logra distinguir noticias falsas y verdaderas a partir de un robot de inteligencia artificial, los estudiantes pulieron habilidades comunicativas de manera intensa, llegando hasta el punto de producir un video divertido para presentar el proyecto, algo que sería impensable antes del proyecto STEM.

Juegos digitales sin fronteras – finalista de Solve for Tomorrow 2023 en Ecuador: fue a partir de la empatía, habilidad blanda básica en la metodología de Aprendizaje Basado en Proyectos (PBL), que un grupo de estudiantes extendió su mirada empática a las personas con discapacidades y creó un juego que gamifica el proceso de aprendizaje. Se sorprendieron al notar que el sitio también se ha convertido en una herramienta lúdica para los estudiantes más jóvenes o con dificultades de aprendizaje. 

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