Creatividad
El término creatividad es polisémico: es difícil asumir una definición única, ya que diferentes corrientes y líneas epistemológicas lo entienden de manera diferente. En general, la creatividad se entiende como una habilidad innata, que puede desarrollarse a lo largo de la vida, y que se refiere a la capacidad o talento para crear, inventar e innovar en diferentes situaciones y campos del conocimiento; desde el deporte hasta las artes, desde las ciencias hasta las tareas cotidianas y la mayoría de los problemas que afectan a las comunidades inclusive.
Una iniciativa reciente de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) para acceder al pensamiento creativo de los estudiantes, como parte integrante de PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), indica que la educación tiene, entre sus objetivos, alentar a los niños a y los jóvenes para que puedan desarrollar su creatividad y así resolver problemas y mejorar la práctica académica y las interacciones sociales. Como se indica en un documento sobre la matriz de referencia para la evaluación en Brasil, “el pensamiento creativo es más que simplemente presentar ideas al azar. Es una competencia tangible, basada en el conocimiento y la práctica, que ayuda a los individuos a lograr mejores resultados, a menudo en situaciones restringidas y entornos desafiantes”.
La creatividad: elemento clave para la resolución de problemas complejos
En Samsung Solve for Tomorrow, la creatividad emerge como referencia de las habilidades blandas y los 4Cs (acrónimo en inglés de Creatividad, Pensamiento Crítico, Comunicación y Colaboración), como las necesarias para que los estudiantes contemporáneos realicen sus caminos individuales de aprendizaje, y fundamental para la resolución de problemas sociales complejos. A través de la construcción y elaboración de sus proyectos, se invita a los estudiantes a “pensar fuera de la caja”, contribuyendo al debate científico mundial y a enfrentar los desafíos de la sociedad.