Transdisciplinaridad
Ningún aprendizaje es estancamiento ni funciona aislado. Los conocimientos transdisciplinarios se refieren a los que están al mismo tiempo entre, a través y más allá de cualquier disciplina. Nos ayudan en la comprensión del mundo porque articulan un conjunto de saberes de forma interconectada.
Una ecuación matemática, una escuela literaria o una fórmula química pueden parecer difíciles cuando no se conectan con la realidad de quien aprende. La transdisciplinariedad busca entrelazar los saberes y conectarlos al contexto único de cada aula, reflejando la diversidad de las historias, vivencias y miradas de sus alumnos.
Si el desafío de la transdisciplinaridad es romper los grados curriculares, los proyectos STEM (acrónimo en inglés para Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) son una gran metodología para ello. En su esencia, parten de la idea de que solo con la integración entre los conocimientos y la realidad es posible realizar una ruta de aprendizaje completa. Por ejemplo, desde el pensamiento matemático, otras ciencias como la química, la física, la ingeniería y la propia tecnología pueden ser comprendidas de manera holística.
Es el caso del proyecto Neurobeethoven, finalista del Solve for Tomorrow 2024 en Chile. Para crear un prototipo que convierte ondas sonoras en vibraciones y permite el aprendizaje de música a personas sordas, el grupo de estudiantes tuvo que mezclar conocimientos de matemáticas, robótica y música, e invertir en el conocimiento del lenguaje de libras.
Al integrar diferentes saberes, la transdisciplinaridad también incentiva el ejercicio de competencias blandas, como la empatía, la comunicación, la autogestión y la conciencia social. Estas habilidades sirven tanto para la articulación del prototipo en sí como para los pasos de presentación del proyecto a pares, especialistas y a la comunidad.